... los juegos Juegos Olímpicos de París 2024:
el espíritu Olímpico y la igualdad de género
Año 2024, siglo XXI.
París, la ciudad del amor, capital europea conocida por cosmopolita.
Verano, celebración de los Juegos Olímpicos.
Y de repente:
"La polémica por la participación de la boxeadora Imane Khelif en los Juegos de París tras su combate de apenas 46 segundos con la italiana Angela Carini" (https://www.bbc.com/mundo/articles/cyx56xqxrq1o)
El resumen de la noticia es que, una boxeadora argelina (es decir, de Argelia...) consigue vencer en apenas 46 segundos a su contrincante italiana.
Podríamos pensar que es noticia por sospechas sobre dopaje de la boxeadora vencedora, cómo si no iba a conseguir una victoria tan rápida...
Podríamos pensar que es noticia por ser una victoria muy rápida en la que ha mostrado su potencia y destreza como púgil...
Podríamos pensar que es noticia por un enorme error de la rival italiana que hace que pierda el combate de manera muy rápida...
Podríamos pensar en cualquier tipo de argucia que hiciera que lo llamativo del combate es lo rápido que se finalizó...
Pero no, la realidad es que este combate se hizo noticia debido a las características físicas de la deportista argelina, sobre quien sus propias compañeras de profesión habían puesto en duda su sexualidad y, por tanto, legitimidad de competir en categoría femenina... ¿es que ser "demasiado fuerte" no es ser mujer?
Hubo, en el contexto de su participación, información errónea sobre Khelif, como que era una boxeadora transgénero, o como que su descalificación por parte de la IBA (Asociación Internacional de Boxeo - International Boxing Association) fue debida a su sexualidad, cosa que no fue así, dado que la IBA se rige por otros parámetros, entre ellos niveles de testosterona.
Llama la atención que nadie pone en duda los récords casi inhumanos de deportistas como...
... Usain Bolt, cuyo nivel de fibras blancas (de Contracción Rápida, o de Tipo IIb) no es para nada normal en ningún ser humano, hombre o mujer.
... Phelps, que según informaciones publicadas tiene una "mutación genética" (flexibilidad extrema) que hace que su tobillo sea más flexible que el de la media de los seres humanos, lo que le permite batir con mayor eficiencia sus piernas mientras nada.
... Eliud Kipchoge, con un nivel de fibras rojas (de Contracción Lenta, o de Tipo I - en contraposición a Bolt) producto de una mutación genética atípica en mujeres y hombres.
Curioso, todos estos deportistas, hombres...
Mi reflexión es, ¿por qué nos planteamos como ilegítimo una particularidad genética en Khelif que la hace muy superior a sus competidoras, mientras que, en el otro extremo, para ciertos deportistas de élite masculinos, dichas particularidades genéticas son consideradas "bondades"? ¿Es que está bien que los hombres tengan "ventajas competitivas biológicas" unos sobre otros, pero si así ocurre en una mujer pasa a ser ilegítimo?
Mi intención con esta reflexión no es la de provocar, si no "remover conciencias" acerca de cómo nos posicionamos (ojo, hombres y mujeres) en función de a quién comparamos con quién...
Incluso grandes deportistas de élite como Ana Peleteiro han suscitado cierta polémica, no sé si con más o menos razón, por el tema de la competición de mujeres transgénero con mujeres cisgénero (https://www.antena3.com/noticias/deportes/ana-peleteiro-deben-abrir-puertas-personas-trans-pero-deporte-profesional_2023062664996e4c44049c0001e41167.html + https://www.elmundo.es/deportes/mas-deporte/2023/06/28/649c4adbfdddffba3f8b4588.html), tema este aparte del mencionado en los artículos anteriores del post.
Lo único que parece objetivo es que una mujer argelina (país musulmán donde la comunidad LGBTIQ+ está muy reprimida) que antes había ganado y perdido combates contra otras mujeres, compitió contra mujeres en París consiguiendo un oro que sin duda nunca olvidará (https://www.bbc.com/mundo/articles/c1343x4ry60o).
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