El Museo del Prado: Visita dialogada - Nuevas masculinidades
Queremos llevar a cabo la "disección" de una política pública, analizando varios aspectos de la misma, todos ellos muy pertinentes, aunque personalmente, lo primero que hago es preguntarme: "¿qué es una política pública?". Pues bien, según Wikipedia: "Las políticas públicas son los proyectos/actividades que un Estado diseña y gestiona, a través de un gobierno y una administración pública, con fines de satisfacer las necesidades de una sociedad.". Qué mayor necesidad que la de promover la igualdad y visibilizar las diferencias y sesgos que arrastramos histórica y culturalmente, ¿no?
En este contexto, me planteo presentar una "política pública" de una actividad promovida por el Museo del Prado (organismo público, de los previstos en la disposición adicional décima de la Ley 6/1997, de 14 de abril): una visita dialogada en la que hablar sobre nuevas masculinidades, cuestionando la "masculinidad hegemónica" que históricamente nos han contado como cierta... Es una actividad (por desgracia, actualmente ya sin nuevas fechas disponibles) que se realizaba en el propio museo algunos jueves y viernes durante este 2024; así, era para un público restringido, dado que debía entrarse al museo (comprando la pertinente entrada) y apuntarse a la actividad, cuyo aforo era limitado, de hasta 29 personas.
Es una política de concienciación social sobre las desigualdades y actitudes masculinas que, incluso de manera inconsciente, impiden ir reduciendo la brecha, la desigualdad entre hombres y mujeres.
Deteniéndonos en un análisis de dicha política, trabaja en identificar y analizar esos roles masculinos defendidos históricamente como hegemónicos, así como ver otros "modelos" (más o menos conocidos) de dicha masculinidad, poniendo en duda estereotipos que, como no puede ser de otra forma, no dejan de ser constructos sociales establecidos y que, culturalmente, hemos ido arrastrando y dando por ciertos. Desde el punto de vista de los recursos, creo que es una actividad totalmente abierta, tanto a mujeres como hombres, que puede ayudar a ambos colectivos a entender bien de dónde partimos, lo que ayudará sin duda a comprender hacia dónde deberíamos dirigirnos... Por otro lado, desde el punto de vista de los recursos empleados para la ejecución de la actividad, creo que es la actividad planteada es muy enriquecedora y sin un consumo excesivo de recursos, por lo que considero una eficiencia alta de la misma. En relación con la representación de la mujer en esta actividad, afortunadamente, no existen relaciones de poder discriminatorias hacia las mismas.
A mi entender, además de ser una actividad cultural muy enriquecedora desde distintos puntos de vista, el impacto de la misma para los participantes es alto e importante, dado que abre la mente a un replanteamiento de la figura masculina, permitiendo además replantearse las ideas y encaminarse hacia una deconstrucción personal que puede ayudar a ser más empático y, por qué no, feminista. Los resultados de estos eventos no están documentados ni tasados, pero desde el punto de vista experiencial, me atrevo a afirmar que son de alto impacto y muy positivos. Realizar un recorrido histórico, a través del arte y enfocándolo en cómo se ha "impuesto" históricamente la figura del hombre como predominante, con mayor poder, etc., para darse cuenta y destacar el sinsentido de esta percepción histórica es, sin duda, una experiencia impactante y a la que se debería someter a todas las personas, hombres y mujeres, para "forzar" un replanteamiento, no solo de este concepto si no de otros tantos que tenemos interiorizados como ciertos, principalmente motivados por la formación y contexto cultural al que hemos sido expuestos.
Los puntos débiles de esta política son, sin duda, el pequeño colectivo al que se puede dirigir, debido a lo limitado de las sesiones, al limitado aforo de las mismas, así como al contexto donde se da: el Museo del Prado en Madrid... Adicionalmente, como es lógico, ha sido una actividad limitada en el tiempo... no sabemos si el mueso podrá decidir darle mayor continuidad.
No obstante lo anterior, ¿podrían otros museos tomar ejemplo y organizar eventos similares? ¿Podría plantearse hacer esto en otro tipo de exposiciones y eventos?
Por otro lado, a mi modo de ver, el punto más fuerte de estas sesiones es, sin duda, lo enriquecedor de la experiencia y la capacidad de abrir la mente de los participantes, no sólo desde el punto de vista de la igualdad de género y el feminismo, si no también desde el del prisma cultural.
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